LOS CULPABLES
Raro es todo, cuanto menos,
cuando veo en los pasillos
los precarios fugitivos
encerrados con pestillo.
Casos nuevos cada día,
más vendedores de humo
que nos piden que sigamos
siendo presos del consumo.
No tenemos herramientas
para arrancar rascacielos
porque el cielo está infestado
de aviones de terciopelo,
de maletas de dinero,
de paraísos sin palmeras,
de cañones indiscriminados
que alcanzan a las estrellas.
Hay que abrir una zanja,
echar tierra de por medio,
alejar hienas y ratas
de este oasis que es desierto.
Hay que enterrar el miedo
con el que nos han controlado,
buscar en las esquinas
algún nuevo abecedario.
No hay nada de lo que arrepentirse,
no hemos vivido en palacios,
hemos cogido aquello
que ofrecían edulcorado.
Nos han hecho responsables
de sus vicios y sus actos
y ya es hora que mi pluma
sea un arma para increparos.
POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS
Nos miran, creen que somos como ellos
y nos ponen una media en la cabeza,
nos victimizan, nos tratan como chinches,
como lobos solitarios desprendidos de guaridas.
Nos explotan, nos dan la hierba regurgitada,
las ruinas de sus casas imperiales,
los insectos que transitan en la noche
por sus sacos preñados de dinero.
Nos importa que nos traten como a esclavos,
que nos pongan normas mientras ellos son inmunes
en su olimpo de cálculos y de charlatanería.
No nos percatamos pero nos siguen,
nos espían cuando vamos al teatro,
manipulan nuestra mente con la tele
y nos dan una pipa para que fumemos
su droga envolvente y fratricida.
No queremos, pero estamos condenados
a morir en la hoguera o en la horca,
la historia no ha cambiado,
es otro escenario pero los mismos actores,
hombres que se nutren con el sudor de otros.
Un día reaccionaremos y haremos temblar los cimientos,
mataremos al que nos mata de hambre,
y nos llamarán bárbaros,
y nos señalarán con el dedo,
y nos lanzarán tanques,
pero ya habremos vencido...
No se dan cuenta que alimentan a la fiera
con su orgullo desmedido,
con sus ostentaciones hiperbólicas
y que todo acabará engulléndoles,
triturándoles, por los siglos de los siglos.
Fernando Mañogil Martínez (en Antología "Escucha la luna")
ENLACE DEL FALLO DEL JURADO: https://letrasconarte.es.tl/
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