PARTE DE GUERRA
La guerra ya terminó,
recogieron las maletas de la muerte,
limpiaron el lugar del olor podrido de los huesos
y limaron los recuerdos para no dejar nada en el tintero.
La guerra ya terminó,
se llevaron los cañones al desierto,
contuvimos el aliento en cuentagotas,
deletreamos la propaganda de los partidos vencidos
y clavamos la mirada en el suelo del olvido.
La guerra ha terminado,
no queda nadie por las calles,
los árboles ya no son frutales.
La manzana de la discordia
ya consumió los gobiernos,
se retiraron a casa los soldados,
ya todo es invierno,
y se llevaron los cañones al desierto.
CANCIONES DE MUERTO
Serpentea tu figura entre la multitud,
mi cuerpo rodea el muro de la juventud,
relampaguea tu mirada por todo el firmamento
y espera pronto un nuevo cargamento:
Pistolas, trincheras, cascotes de metralla,
se conjuran en mi contra
en esta noche tan helada.
Saltan ilusiones por los aires,
tiemblan almas en el purgatorio,
todo es negro, pardo y pobre
en este oscuro observatorio.
La ceniza ya es escarcha,
se confunde en la tiniebla,
deja paso al cuerpo inmóvil
que se funde con la tierra.
Un cañón alborozado
rompe el silencio con llantos,
se calculan cuántos muertos
quedan vivos en el campo.
Almas que no resucitan
claman orden en el cielo
y las madres de esos hijos
son carámbanos de hielo.
Otro día entre penumbras,
otra noche sin consuelo,
otro cúmulo de lunas
que se entierran bajo el suelo.
No quiero más sinrazones,
no quiero tanques ni miedos,
ni gargantas que en el aire
entonen canciones de muerto.
Fernando Mañogil Martínez
"Del yo al nosotros"